Baile en línea. Algunas anotaciones
La denominación “baile en línea” hace referencia a dos aspectos: Por un lado, a la linealidad en la distribución de las personas en el espacio al bailar, y por otro a la imitación de las coreografías, es decir que todas las personas realizan al mismo tiempo los mismos pasos de la coreografía.
Actualmente ha tomado mucha fuerza la práctica del baile en línea ya que ha resultado ser el mejor recurso para retomar las clases de baile en grupos tras el confinamiento, eso sí cumpliendo con las medidas de seguridad adoptadas a partir de la pandemia por COVID 2019.
Respecto al origen del baile en línea, suele citarse como precursor a una persona determinada, y habría de considerarse un error el adjudicar a esta forma de bailar, o su coreografía a un coreógrafo específicamente, dado que esta peculiar distribución al bailar ubicados en líneas se remonta a danzas en ceremonias ancestrales aborígenes de todos los pueblos y culturas originarias, al igual que las celebraciones y danzas africanas que se hacían y se siguen haciendo en manadas avanzando en líneas o círculos.
Es de esas tradiciones originarias de donde se extraen e imitan las formas de celebración en los eventos culturales los cuales se han transformado con el tiempo. Específicamente en el caso de todo el continente americano, son formas de celebración tan antiguas como lo es cada pueblo y como lo son sus fiestas, carnavales, y desfiles. Y en este mismo sentido se hace referencia a la forma de ubicación de los bailarines de la cultura country en América del Norte donde de igual manera esta danza también se realiza en parejas y no hace referencia a un solo ritmo y lugar.
Fotografía: Clase de expresión corporal y danza por Rosalía Polo en el Centro de Igualdad Carme Chacón (Madrid). © Denisse Ariza (MMAAE).
La música del baile en línea
Este estilo de baile ha ido avanzando con la evolución y novedades de las distintas músicas especialmente populares de todas las latitudes del planeta. Está vinculada fundamentalmente a los ritmos tradicionales o populares y modernos de cada región, impuestos por las modas de temporada en los sitios de bailes, discotecas, centros sociales, redes sociales y demás medios de comunicación.
¿Cómo se baila?
Como comenté al principio de este texto, son coreografías lineales en las que se sigue a la lideresa o al líder. Algunas de estas coreografías están previamente acordadas de acuerdo al ritmo y a la tradición, otras coreografías son creadas para el grupo que las ejecuta. Lo que no varía es la esencia de los pasos que corresponde a cada ritmo que están dados de acuerdo a la tradición a su contexto cultural y específicamente a los compases y rítmica de cada tema. Y una que otra ocurrencia o innovación que surja en el momento.
Es menester de quien lidera la coreografía de baile en línea velar por la distinción de cada paso de acuerdo a los ritmos, debe evitar repetir los esquemas de un baile a otro, para evitar así la confusión entre los ejecutantes.
Cómo enseñar baile en línea a personas mayores
Las formas de enseñar baile en línea es distinta en cada profesor y profesora ya que cada quien le impregna no solamente su estilo sino la forma “de conectar con” y “de llegar” a las personas. Pero hay normas básicas que hay que cumplir para el trabajo con personas mayores tal como son los protocolos de cuidados, que normalmente están previamente estipulados en los Centros de Mayores y en las normativas sanitarias, y que hacen referencia a tomar medidas básicas de seguridad y alerta permanente frente a cualquier indicio de tropiezo o muestra de fatiga en las personas de la clase de danza.
Fotografía: Clase de expresión corporal y danza por Rosalía Polo en la sala El Horno (Madrid). © yamilcure.es
Mis pautas para la clase de baile en línea
Desde mi experiencia relaciono algunas de las pautas que me han dado buenos resultados:
Ante todo hay que tener en cuenta que las personas mayores representan una gran acumulación de experiencias y conocimiento. Ante esto, la recomendación primordial es que debemos tratar a las personas mayores como nos gustaría que nos tratasen a nosotras, es decir por un lado mantener una actitud respetuosa y comprensiva por cualquier evidencia en la disminución de sus facultades físicas o cognitivas, y por otro y no menos importante, evitar definitivamente el uso de infantilismos en el lenguaje o el tono proteccionista y condescendiente.
- Estimular en cada clase la elasticidad y vitalidad corporal:
Antes de cada clase es muy conveniente realizar un calentamiento de 10 minutos, que por un lado permita fortalecer en las personas mayores la elasticidad y disposición para bailar, pero por otro lado le permite al profesor asegurarse de que cada persona inicia la clase si no en óptimas condiciones, por lo menos en buenas y adecuadas condiciones físicas para desarrollar la clase sin mayores riesgos, y con la posibilidad de ir identificando así, cualquier tipo de limitaciones físicas que algunos puedan presentar. - Realizar esquemas cortos y adaptados a sus posibilidades:
Lo primero que hay que hacer al iniciar con un grupo es preguntar a cada una de las personas mayores qué experiencias al respecto han tenido en clases anteriores, y que nos muestren cómo lo hacen. Y a partir de allí combinar sus aprendizajes con el repertorio que tú como profesor llevas preparado. Este punto es fundamental tenerlo en cuenta ya que a veces caemos en la tentación de querer montar una coreografía que a ellos o a nosotras, tal vez nos parezca bonita, pero que en realidad podría terminar generando estrés.
En ese sentido si la coreografía ya existe o está definida, yo lo que hago es adaptar esta a sus condiciones y posibilidades. También trato de crear in situ mis propias coreografías con base en temas que ellos y ellas ya me hayan sugerido, al igual que les llevo mi propio repertorio de propuestas coreográficas. - Ejercitar la memoria:
Sabemos que el ejercicio de la danza y la práctica de las coreografías tienen implícito el entrenamiento de la memoria, por eso con las personas mayores debemos asegurarnos que ellas puedan en todo momento ejecutar las coreografías de manera autónoma y sin guía, es decir que en cada clase es importante no estar delante del grupo en todo momento y observar si están solo siguiéndote por imitación y no tratando de memorizar los pasos de la coreografía. Esto último suele ocurrir frecuentemente, ya que a menudo me dicen «si tu no estas al frente no somos capaces de seguir la coreografía», luego poco a poco y ése es el gran y maravilloso reto, el poder verlo y hacerles ver que sí son capaces en realidad. - Fomentar el disfrute de los bailes:
Este punto conecta con el anterior. Es decir, que cuanto más adaptado a las posibilidades corporales de las personas mayores es el baile, más expresividad y disfrute se logra en cada persona, ya que esto finalmente repercutirá en la fuerza y dinámica del grupo en las clases y en éxito a la hora de las exhibiciones.